Consumo responsable

''Ir de compras, bien por necesidad o simplemente por deseo, se ha convertido en una actividad frecuente en nuestro tiempo libre con gran repercusión en la sociedad y en el medio ambiente, fomentando un consumo desmesurado acompañado con una generación de desperdicios imposibles de gestionar por el medioambiente''


Resultado de imagen de consumo responsableDesde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos consumiendo, bien sea mediante el uso de agua o electricidad o adquiriendo nuevos productos o servicios. Sin embargo, ¿lo hacemos de forma responsable? ¿Somos conscientes del gasto energético o alimentario que estamos generando? Vivimos en una sociedad que favorece el consumismo. Nos hemos acostumbrado a usar y tirar. La publicidad nos bombardea con anuncios cuyo objetivo es hacernos engranajes de un sistema que reduce a las personas al papel de consumidores sumisos.

En pocas palabras, el consumo responsable se trata de la decisión de compra (o consumo) a partir de criterios que privilegian la producción responsable. Se trata de mucho más que una ''tendencia''. Es una alternativa a las lógicas del consumo masivo que se basa en adquirir productos sostenibles y que que aporten valores como la igualdad de oportunidades, la reducción de la pobreza, el trabajo digno, la solidaridad y el cuidado y la conservación del medio ambiente. Simplemente se requiere que el consumidor, o sea cada uno de nosotros, se tome la molestia de informarse sobre cómo se elaboran los productos o se confeccionan los servicios a los que va a recurrir.  
Para esto es fundamental tomar en cuenta, a grandes rasgos, tres aspectos:
Resultado de imagen de deforestacionEl impacto ambiental: Cómo impacta en el medioambiente la elaboración de un producto es un aspecto esencial a considerar tanto en su producción como en su empacamiento, transporte, distribución y manejo de residuos, pues la acumulación de dichos residuos y las sustancias tóxicas que liberan al medio pueden resultar fatales para el medio ambiente degradando los ecosistemas y su fauna y flora, pudiendo dar lugar a la extinción de determinadas especies, y la contaminación o perdida recursos naturales primarios como el agua.
El impacto social: Entender las consecuencias de las políticas de la marca o compañía frente a la sociedad: ¿pagan sueldos justos? ¿respetan los derechos humanos de todos los involucrados en su cadena de producción? ¿fomentan buenas prácticas y valores?
La calidad del producto: Un producto o servicio tiene que ser de calidad; esto significa que los insumos que utilizan son buenos y que sus procesos son óptimos. Un buen producto debe poner la calidad por encima de la rentabilidad.
En otras palabras, basta con detenerse un segundo y preguntarse: ¿de dónde viene y a dónde irá lo que estás comprando o consumiendo? 

Beneficios del consumo responsable


Ahorro económico: Usar los electrodomésticos de forma eficiente, así como cuidar de nuestro consumo de luz y agua con pequeños gestos nos reportará una ganancia que se reflejará en nuestras facturas.
Resultado de imagen de reducir reciclar y reutilizarPreservación de la biodiversidad: Con buenas prácticas de consumo se contribuye a generar un menor impacto sobre el medio ambiente. Por ejemplo, aplicando la regla de las tres “R” (reciclar, reducir y reutilizar) protegemos los recursos naturales del planeta, los cuales son limitados.
Genera igualdad social: Al elegir productos con el sello de Comercio Justo estamos contribuyendo a construir entornos más equitativos para quienes habitamos el planeta. El modelo de Comercio Justo es sinónimo de vida digna, igualdad de género, ausencia de trabajo infantil, salarios decentes, educación, acceso a agua potable, entre otras iniciativas de economía social.

¿Necesito lo que voy a comprar? ¿Quiero satisfacer un deseo? ¿Estoy eligiendo libremente o es una compra compulsiva? ¿Cuántos tengo ya? ¿Cuánto lo voy a usar? ¿Cuánto me va a durar? ¿Podría pedirlo prestado a un amigo o a un familiar? ¿Puedo pasar sin él? ¿Voy a poder mantenerlo/limpiarlo/repararlo yo mismo? ¿Tengo ganas de hacerlo?
La realización de un cambio social en torno a nuestros hábitos de consumo es inminente. El principio fundamental del cambio es que todos somos responsables de nuestro consumo y de los impactos sociales y ambientales de la producción. Además, implica también consumir solo lo necesario y evaluar la influencia de la publicidad en la creación de necesidades superfluas. Es por ello que se debe apostar por un consumo responsable, es decir, una elección de productos y servicios en base a su calidad y precio, a su impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran. 

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